Entrevistas con publicaciones: Principia Magazine
09 Feb 2017
En esta ocasión te traemos al blog una entrevista muy especial. Principia es una publicación independiente de divulgación científica con la ilustración grabada en su ADN. Nos parece uno de los proyectos más bonitos dentro del panorama actual de las llamadas "revistas indies". Tuvimos la suerte de conocer a su equipo fundador al completo en Ilustrisima ABC 2016, y no nos hemos podido resistir a entrevistarles.
Contadnos un poco sobre Principia… ¿Cómo nace el proyecto y la revista?
Principia nace como plataforma online a finales de 2014. En julio de 2015 nace Principia Magazine, la revista impresa. Para el nacimiento de Principia Kids en su versión impresa, tuvimos que esperar hasta noviembre de 2015. Sin embargo, nuestra experiencia en el mundo de la divulgación viene de unos cuantos años atrás, más o menos desde 2009-2010, donde desarrollamos un par de proyectos: un red social de ciencia y una revista digital que nos sirvieron para coger tablas y, sobre todo, para darnos cuenta de que no queríamos seguir por ese camino.
Fuimos conscientes de que nuestros artículos no iban más allá del mundo académico y científico, y decidimos cambiar el foco. Para eso estuvimos más de un año ideando qué queríamos hacer, estudiando cómo hacerlo —con másteres incluidos para poder desarrollar un trabajo profesional— y de ahí nació Principia; una publicación en la que reivindicamos la ciencia como parte de la cultura, donde la ciencia es el hilo conductor de todas las historias, pero que no tiene por qué ser la protagonista, utilizando la ilustración para afianzar los conceptos (y deleitarse, por supuesto), con textos más literarios, una narrativa más elaborada y haciendo de la ciencia algo cotidiano y entretenido, escribiendo desde un punto de vista más humanístico porque, al fin y al cabo, la ciencia nunca ha dejado de formar parte de las humanidades, por mucho que algunos se empeñen.
¿Qué personas hay detrás de Principia? Contadnos un poco sobre el equipo fundador y vuestros colaboradores.
Los fundadores de Principia somos Cristina Escandón, nuestra directora de arte, que es licenciada en biología y diseñadora gráfica. Javier Díaz-Romeral, que es ingeniero informático y director técnico (con lo bien que viene tener un informático en el equipo, no te imaginas) y Enrique Royuela, que soy yo mismo, doctor en microbiología, fisiología y genética, máster (del universo) en diseño web creativo y un poco la cabeza más visible de todo esto (obligado, no te vayas tú a creer).
Decidimos que como éramos tres, lo tres seríamos directores. No dirigimos a nadie pero era una oportunidad excelente (y probablemente única) de poder decirle a nuestras madres que éramos directores. Esto es muy importante porque en las comidas familiares de los domingos, el trozo de pollo más grande y jugoso siempre va para el director.
Además, hay dos personas muy implicadas desde prácticamente el principio del proyecto, como son Rafael Medina y Silvia Mielgo, cuya labor diaria y desinteresada en el proyecto nos facilita enormemente las cosas.
Pero como ocurre en los grandes descubrimientos científicos, para que esto saliera adelante era necesaria la colaboración y ayuda de un buen grupo de gente. Por eso hemos de agradecer a toda la familia de Principia, que ya somos casi 300 entre redactores e ilustradores, su generosidad y que hayan confiado en el proyecto. Así como a los lectores y suscriptores, protagonistas de la historia. Solo así se puede luchar contra los grandes medios, que lo copan todo, o iniciativas financiadas con fondos públicos, que están muy bien pero cuando lo que te juegas no es tu propio dinero (y salud) como que el juego pierde la gracia, ¿no?
Una de las cosas que más nos gustan de Principia es la apuesta por la ilustración, y sobre todo por el concepto de «una única cultura». ¿Por qué creéis que existe este muro artificial que separa cultura de ciencia y qué cosas se pueden hacer para derribarlo?
A nosotros también, jejeje. De hecho, nuestro lema «una única cultura» no es un eslogan, es una reivindicación que hacemos con cada gesto, en cada artículo de la web y en cada número publicado. Esto quedó patente cuando decidimos presentarnos a los Premios Bitácoras en la categoría de Arte y Cultura. Teníamos que ser consecuentes con lo que decíamos. Y para sorpresa de algunos, ganamos: quedó demostrado que la ciencia es cultura, al menos para quienes decidieron darnos el premio.
Con «una única cultura» lo que reivindicamos es que no existen las letras y las ciencias, eso son categorías artificiales que vienen bien para facilitarnos algunas cosas pero que desde luego no sirven para etiquetar a las personas. ¿Qué eres, de letras o de ciencias? ¿Y por qué tengo que elegir? Pues esa es la respuesta que nosotros tratamos de dar: no tienes porqué elegir entre ciencias o letras, la cultura es conocimiento y, entendido como tal, ambas son compatibles y miscibles.
La brecha entre las llamadas letras y ciencias viene de lejos y no te quiero a aburrir con la conferencia de Charles Percy Snow. Lo que sí quiero dejar claro es que reducir esa brecha está en nuestras manos. Para empezar, hay que dejar de utilizar términos aberrantes como «cultura científica», porque con su uso estás admitiendo que hay una cultura que es científica por un lado y la «cultura general» por otro. Cosa que no es cierta. Entendemos que hay a quién le viene muy bien esta diferenciación, sobre todo en el mundo académico, igual que también somos conscientes de que este uso del término «cultura científica» puede tener buenas intenciones como paso intermedio para hacer ver a la gente que la ciencia también es cultura. Pero no te puedes quedar ahí, has de dar el siguiente paso, si no, en realidad tu contribución es contraproducente.
¿Qué es lo que necesitáis de un ilustrador para sentiros cómodos y a gusto trabajando juntos?
Nuestra relación con los ilustradores es muy fácil y muy buena. Suelen ser mucho más receptivos a nuestro enfoque de cómo interpretamos la ciencia, la cultura, el conocimiento. Además, como cada artículo requiere un estilo diferente, al final la participación depende de cada artista. Hay muchísima calidad entre los colaboradores, así que te lo ponen fácil para contar con ellos.
De verdad, es muy sencillo trabajar con los ilustradores, diseñadores gráficos, pintores, escultores y artistas en general. Además, aprendemos un montón porque nos obligan a hacer el ejercicio contrario al habitual: cuando nos llega una ilustración podemos ver si se ha entendido lo que tratamos de explicar o no, si tiene matices, si puede ser ofensivo desde algún enfoque que no habíamos valorado. El aprendizaje a través de las ilustraciones conceptuales es alucinante y muy necesario.
Habéis apostado desde el principio por la autoedición. ¿Qué ventajas encontráis frente a la edición tradicional, y cómo veis el futuro de la autoedición?
Bueno, hemos apostado por al autoedición un poco por obligación, empujados por el sistema actual que rige las ediciones impresas. Si quieres sacar un producto a tu gusto te lo tienes que pagar tú, con ayuda de los mecenas que contribuyeron a sacar los primeros números de Principia Magazine y Principia Kids. Cuando trabajas para un gran medio, la libertad de movimientos está muy limitada. Nosotros no dependemos de una línea editorial marcada por los patrocinadores, así que publicamos lo que nos da la gana, siempre que cumpla con los estándares que nos hemos propuestos, con el rigor por bandera.
Esto que te cuento parece muy bonito pero no todo es de color de rosa porque sacar un proyecto así, autofinanciado, cuesta un huevo y parte del otro. Mira, para que te hagas una idea: después de dos años, los promotores de la idea no hemos podido recibir ni un euro por nuestro trabajo (editamos, maquetamos, ilustramos, escribimos, corregimos, diseñamos, etc.). En todos los números se ha remunerado a todo el que ha participado excepto a nosotros, y el resto de ingresos para el siguiente número (con aportaciones propias cada año), lo que hace que todo sea un poco cuesta arriba. Pero también entendemos que para que el proyecto sea viable necesitamos al menos otros dos años más de mucho curro e ideas novedosas. Cuando te autoeditas y autofinancias todo cuesta mucho más. Afortunadamente también nos hemos topado con gente muy buena, como Raquel Blanco, la responsable de la distribuidora independiente Librerantes (aquí todos somos muy indies), que conoce muy bien a los libreros y nos trata fenomenal.
Nosotros creemos que la autoedición es una buena forma de atacar un proyecto editorial, pero ojocuidao que esto te puede llevar al amateurismo de una manera muy rápida y directa, y eso, para un proyecto que quieres que perdure en el tiempo, no es lo más apropiado. Como te he dicho antes, los tres fundadores de Principia nos preparamos a conciencia antes de meternos en este berenjenal, difícil pero muy profesional todo.
Y por último... ¿Qué es lo que se está cocinando ahora mismo en Principia? ¿Qué novedades nos podemos esperar?
Pues mira, ahora mismo estamos con mil cosas a la vez.
Este 11 de febrero hemos organizado un evento con motivo del Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia.
Además, tenemos en marcha un proyecto social en forma de exposición llamada «Ciencia de acogida», en la que queremos mostrar el drama de los refugiados con ejemplos de científicos que realizaron aportaciones únicas y que fueron acogidos en tiempos de guerra. Aún estamos con el embrión de esta expo, organizando todo lo que formará parte, pero ya os contaremos más adelante.
En el plano editorial ya estamos con la nueva temporada tanto de Principia Magazine como de Principia Kids. En esta temporada hemos preparado una sorpresa que va a encantar a los lectores, jugando con un concepto muy atrevido y que va a hacer de la tercera temporada un objeto digno de coleccionista, a nivel de artículos y de ilustraciones. ¡Ahí lo dejamos!
También estamos pensando en sacar la segunda parte del juego «Ciencia a pares», con otras diez científicas y diez científicos distintos.
Pero también es el año en que vamos a editar otros proyectos, como un libro ilustrado infantil sobre creatividad, un libro sobre mujeres de ciencia llamado «She» y en el que llevamos ya unos dos años trabajando (esperamos que vea la luz esta primavera) y otra sorpresa que no te puedo adelantar porque es muy preliminar, pero que está relacionada con Marte. Como ves, un montón de cosas, mucho trabajo, poco tiempo y menos dinero, jejeje, pero cantidades ingentes de imaginación e ilusión.
¡Gracias Enrique y a todo el Equipo!
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