Entrevistas con publicaciones: Minchō Magazine
25 Apr 2017
Si en la última entrevista que publicábamos en nuestro blog hablábamos con el equipo de Principia Magazine, en esta ocasión te traemos a la que es, sin duda, nuestra publicación independiente preferida sobre el mundo del arte y la ilustración: Minchō Magazine.
Hemos tenido la suerte de conocer a sus fundadores y estar un poco liados con ellos desde el inicio del proyecto (fuimos unos de los anunciantes en el primer número), así que ya era hora de traerte una entrevista con ellos. Esperamos que la disfrutes.
Contadnos un poco sobre Minchō. ¿Cómo nace el proyecto y la revista?
Minchō nació bajo el impulso de un proyecto editorial anterior, la revista Linea Curve. Tras su repentino cierre en 2013, pusimos en marcha una publicación con el mismo objetivo que su predecesora - dar visibilidad a los magníficos artistas que hay detrás de los dibujos animados, las viñetas de los periódicos, los carteles publicitarios, las portadas de discos o los libros infantiles, algunos iconos de nuestra época pero desconocidos para la mayoría.
Y lo hicimos con actitud renovada, con nuevo equipo, mayor énfasis en el diseño y contenidos más arriesgados, que hicieran de Minchō magazine el mejor ejemplo de que “segundas partes” pueden ser muy buenas.
¿Qué personas hay detrás de Minchō? Contadnos un poco sobre el equipo.
El equipo fundador de Minchō está compuesto por Francisco Carrasco, con formación en Bellas Artes (AKI ArtEZ, Enschede, Holanda) y editor de la revista de ilustración Linea Curve, y por Natalia Giménez, historiadora del arte especializada en arte contemporáneo y con amplia experiencia en docencia y gestión cultural. Pero cuando hablamos de equipo, se trata de una amplia red de colaboradores, ya que Minchō es una realidad gracias a la tecnología que es capaz de conectarnos con magníficos profesionales desde diferentes puntos del globo, a la apuesta personal y el tesón de cada uno de ellos, y a nuestro romanticismo y falta de pragmatismo que nos hacen aprender y fortalecernos cada día.
¿Cuál es vuestro proceso de creación? ¿Cómo se cuece cada número de Minchō?
Pese a la apariencia de la revista, con un diseño muy cuidado, bilingüe inglés/español y con seleccionada distribución internacional, en realidad ¡sólo nos falta imprimirla y coserla en casa! De modo que lo de “cómo se cuece” podríamos decir que es literal y que cada número se origina tanto en horas de oficina como al tiempo que se preparan unos espaguetis, jeje.
Aparte de equipo de trabajo, Natalia y yo somos pareja, de modo que vivimos en un continuo brainstorming. Cada número nos lo planteamos con impaciencia producto de una generación continua de preguntas y la necesidad de compartir nuestras inquietudes en torno a la ilustración y el diseño gráfico. Y claro, en esta vomitona personal que es Minchō, hay mucho de nuestras pasiones, principalmente, el arte contemporáneo y la edición independiente.
También, paulatinamente hemos ido “ordenando” el material que queríamos mostrar, haciendo cada número temático, ligando ese conjunto de investigaciones gráficas que componen las diferentes secciones de Minchō (ilustración, animación, cómic, diseño o álbum infantil) a la actualidad cultural bajo una línea conductora como puede ser el género del humor, el estilo psicodélico o la representación del folclore, por ejemplo.
Una de las cosas que, nos parece, más diferencia a Minchō, es que se trata al Cómic, la Ilustración y a la Animación, como lo que es: Arte. ¿Por qué estas disciplinas tradicionalmente se consideran un "arte menor"? ¿Cómo terminar con esas ideas preconcebidas? ¿Qué es lo que buscáis en los artistas a los que dais visibilidad en la revista?
Esto tiene que ver con la teoría del arte, que tradicionalmente distingue las bellas artes de las artes aplicadas consideradas menores, un arduo camino a deshacer con origen en el movimiento Arts & Crafts hace escaso siglo y medio. Así, todavía en los años 60 los artistas Pop introdujeron el diseño publicitario o el cómic en sus obras no sin revuelo para ciertos sectores de la crítica de arte. Por ello, hemos dedicado la sección “The New Contemporary” a visibilizar esas interferencias, préstamos entre arte e ilustración/cómic/animación, que ayuden aún hoy a certificar un verdadero fin de las jerarquías culturales.
No obstante, respecto a considerar la ilustración como arte, lo hacemos en el sentido de que merece ser dotada de un marco teórico del que vemos carece y que está vinculado naturalmente al de la historia del arte - el dibujo está en la base de todas las artes visuales-. Pero también hay que tener en cuenta que se trata de una disciplina estrechamente ligada al diseño y a un contexto de mercado. La ilustración debe hacerse con un lugar propio, tal y como hiciera el diseño gráfico en los años 80, y Minchō nace con la pretensión de aportar un granito de arena a este proceso de dotarla de un marco crítico sólido desde el que analizarla.
Poco a poco Minchō se está extendiendo internacionalmente, no sólo en difusión sino también en colaboradores. ¿Cómo habéis conseguido llegar a tanta gente de distintos países?
Lo positivo de cualquier proyecto pequeño e independiente es que es más versátil y tiene mayor capacidad de adaptación, creatividad y sagacidad que la que nos impone el sistema.
Desde un primer momento tuvimos claro que la revista era un proyecto global, dada la escasez de este tipo de publicaciones a nivel internacional y conscientes de que gracias a la visibilidad online (y de eso sabe bien Drawfolio), las viejas fronteras del mainstream están cayendo, las ideas artísticas viajan a mucha más velocidad, los nichos desaparecen y la calidad prevalece.
No obstante, detrás también hay mucho trabajo de gestión, la distribución internacional no es un camino de rosas, y asistir a eventos especializados, por suerte cada vez más numerosos, resulta fundamental para darse a conocer.
Y por último... ¿Qué es lo que se está cocinando ahora mismo en Minchō? ¿Qué novedades nos podemos esperar?
La actividad de Minchō Press pivota alrededor de la revista, que en sí ya es un proyecto mutante que cada 2 años aproximadamente sorprende con nuevo diseño editorial. Pero además siempre estamos abiertos a colaboraciones que la enriquezcan, así no es raro encontrarnos en ferias de arte contemporáneo o, más recientemente, como docentes en cursos de ilustración.
Somos bastante impredecibles, así que, si ya nos hemos atrevido a publicar lo último de Yuichi Yokoyama, lo siguiente está por ver… tenemos muchos ingredientes en la nevera y los fogones encendidos…
¡Muchas gracias, Natalia y Francisco!
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