Entrevistas con ilustradores: David de Ramón
21 Jun 2018
Seguimos en nuestra serie de entrevistas con alguien a quién consideramos un fuera de serie en el mundo de la ilustración: David de Ramón. Como en nuestra anterior entrevista, conocimos a David de Ramón tras ver su charla en la última edición de Ilustrasal. David tiene muchísima experiencia ilustrando para publicidad, editorial, prensa, revistas, carteles de festivales, o portadas de discos. Y lo que es más difícil, trabaja en todos esos campos con un estilo muy personal y diferenciador. Nos cuenta todo esto y más en esta entrevista, esperemos que la disfrutes.
Cuéntanos un poco sobre tí: ¿cómo has acabado en el mundo de la ilustración?
Bueno realmente fué un “empezar” y un “continuar” porque es lo único que he hecho. Siempre pensé en dedicarme a la ilustración. Me encantaba leer cómics, pero siempre alucinaba con la técnica de los dibujantes. Los más pictóricos siempre eran los que mas me atraían ( Bilal, Kent Williams, Sienkiewicz).
Me dejaba influenciar por las ilustraciones de portada para comprarlos, igual que las de libros o revistas. Compré algún LP por su portada aunque no me interesaba nada la banda. La capacidad que tenían algunas portadas de hacerme soñar con la historia que iba a leer o la música que iba a escuchar me flipaba. Me dejaban disfrutar la experiencia antes de abrir siquiera el producto concreto.
Esa fascinación y el gusto por dibujar imagino que siempre fueron de la mano y dedicarme a ilustrar fué algo “natural"
¿Cómo es tu proceso? ¿Combinas técnicas tradicionales y digitales?
Mi proceso siempre comienza en la cabeza antes de llegar al lápiz en el papel. En muy pocas ocasiones me pongo a garabatear sin tener más o menos una idea de lo que me gustaría hacer. Suele ser algo más meditado y después ya veo por donde puede ir en el cuaderno: qué composición es mas interesante, cómo puedo hacerlo más sencillo, etc.
Una vez que tengo un boceto que me parece que puede funcionar, depende de si tengo que enseñarlo o no al cliente, hago un dibujo mas elaborado que se vea claramente, o escaneo ese boceto y empiezo a pintar en digital.
Otras veces esta fase inicial es mezcla de técnica tradicional y digital. Escaneo esos bocetos preliminares, re-dimensiono y ajusto la composición en el ordenador al tamaño de lo que voy a hacer, e imprimo el resultado como borrador sobre el que hago el dibujo final. Vamos, lo que antes hacía utilizando papel de croquis para dibujar en limpio sobre lo anterior, pero mas cómodo.
Una vez que termina la fase de lápiz y papel el resto ya es digital. Todo el trabajo de color es digital, tratando siempre que no lo parezca. Sí, un poco sin sentido. Me gusta que tenga ese aspecto de “hecho a mano” aún siendo digital, por eso mi técnica es muy pictórica, tratando de evitar filtros, degradados o atajos que le quiten calidez.
Trabajas principalmente para el mundo publicitario y editorial. ¿Cómo son esos mundos? ¿Qué tiene que tener un cliente y un encargo para que te sientas cómodo y motivado con él?
Cada proyecto es diferente en cualquiera de los ámbitos. Las diferencias suelen estar en los presupuestos, la libertad creativa y el tiempo que puedes dedicarles.
En publicidad los presupuestos son mayores porque nuestro trabajo sirve a fines comerciales evidentes. Necesitamos crear imágenes que hagan que se consuma el producto o marca relacionado con ellas. La dirección de arte suele ser mas estricta porque opina mucha gente en el departamento creativo de la agencia, el cliente.. y el tiempo suele ser más ajustado, precisamente por todos los filtros que tiene.
En editorial contamos con más libertad creativa, porque en ocasiones nuestra imagen es “opinión”, no una traducción del texto a imágenes. Los presupuestos son mucho menores pero el tiempo de realización suele ser mayor, salvo en el caso de periódicos, que es más frenético que en publicidad. En mi experiencia, los tiempos para trabajar en el mundo editorial son mas cómodos y mayores en libros (ya sea interior o cubiertas), algo menores en revistas, y mucho menores en prensa.
Dicho esto, todo puede cambiar e incluso invertirse: revistas corporativas con una línea muy marcada de lo que necesitan o campañas de publicidad donde lo que buscan es tu forma de ver y hacer las cosas, y te dan total libertad (pocas, ¿eh?)
Bueno, no todo, lo de la pasta no. Es difícil cobrar en editorial más que en publicidad, al menos en España. Las editoriales de otros países siguen teniendo presupuestos razonables
Para estar motivado con un proyecto, la mayor parte de las veces se trata de que me dejen hacer. Que la persona que me hace el encargo entienda mi trabajo y no me dirija demasiado. Creo que los mejores proyectos son los que hago cuando realmente confían en mí.
¿Crees que es importante para un artista encontrar un estilo definido y reconocible, o es mejor ser todoterreno? ¿Es posible un equilibrio entre las dos cosas?
Hay a quién le funciona bien ser todo-terreno y ser capaz de encajar cualquier tipo de proyecto. Creo que no hay ninguna actitud que sea infalible, pero mi posición particular es la contraria. Al menos es lo que sirve para mí. Yo intento satisfacer mis necesidades “artísticas” por medio de mi trabajo, por tanto mi “estilo” o mejor dicho “mi forma de hacer y pensar” es necesario.
Para mí no se trata simplemente de una profesión. Intento que lo que hago me aporte algo, que me satisfaga personalmente además de cumplir la función comercial o de comunicación para la que me lo han encargado
Con esta premisa, creo que es inevitable llegar a tener ese “estilo reconocible”. Es algo a lo que se llega sin premeditación, aparece poco a poco de forma natural.
¿De qué fuentes de inspiración bebes para destilarlo todo en un estilo personal como el tuyo?
Las influencias podría decir que son todas o ninguna concreta. Me influye absolutamente todo lo que nos rodea. Las relaciones personales, las películas que veo, lo que leo, los viajes son bastante inspiradores también. Y por supuesto, otros artistas, fotógrafos, ilustradores, etc.
Yo tengo especial debilidad por las imágenes y acontecimientos de principio a mediados del siglo XX. Me parece una época maravillosa, donde todo estaba en ebullición y muy inocente en la cartelería que se hacía, en las fotografías de viajes o los espectáculos.
Pero como he dicho al principio, creo que todo lo que vivimos se cuela en nuestra forma de ser y por tanto en lo que hacemos.
Y por último: ¿algún consejo para la gente que esté empezando en el mundo de la ilustración?
Siempre queda mucho por aprender. No importa si estás empezando o si llevas muchos años en ello. Si realmente tienes pasión por lo que haces no te costará dedicarle todo el tiempo necesario, y va a ser bastante. Solo se mejora con curiosidad y trabajando.
Hay que aprender constantemente de los maestros y saber vivir con esa frustración de pensar “puf! qué cab…n! Qué buen@ es! yo nunca seré tan buen@“. Debemos transformarlo en algo positivo que nos impulse a hacerlo mejor.
Los premios o followers no valen de nada si no estamos satisfechos personalmente. Solo cuando nos guste a nosotros mismos, es cuando empezamos a hacerlo bien.
¡Muchas gracias, David!
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