Diego Lizán y María Moya: Todo lo que sucede
07 Feb 2019
Hace tiempo que no traíamos entrevistas al blog, ¡y ya era hora de enmendar eso! Para abrir la serie de 2019, esta vez os traemos a Diego Lizán y María Moya, dos artistas que además han usado el plan PRO de Drawfolio. María y Diego han pasado el último año creando un proyecto artístico que conjuga ilustración, escultura, y literatura, y del que no os contamos más porque ya lo hacen ellos en esta entrevistaza. ¡Esperamos que la disfrutes!
Antes de hablar de "Todo lo que sucede", contadnos un poco sobre vosotros. ¿Quiénes son Diego Lizán y María Moya?
Diego Lizán: Yo soy diseñador gráfico, ilustrador y artista plástico. Mi trabajo discurre con fluidez, de una a otra disciplina. Después de muchos años trabajando en la comunicación y el diseño gráfico, últimamente estoy centrado en la ilustración de juegos y juguetes para niños, para compañías como Djeco (Francia) o cartonLab, y en la comunicación institucional. Soy un amante de los juguetes y los artoys, de los que tengo una gran colección; de las culturas antiguas y de la estética de los años 50 y 60. Pero sobre todo soy un apasionado de los personajes y la creación de mundos imaginarios.
María Moya: Soy una ilustradora especializada en libros infantiles. Desde hace tres años, desarrollo también mi trabajo en cerámica. Soy una apasionada de las técnicas tradicionales, de la materia y, en definitiva, de los oficios. En mis ilustraciones encontramos siempre un vínculo directo con la realidad, más concretamente con la naturaleza, en la que me inspiro para crear mis personajes y sus ambientes. Mis mundos están llenos de minúsculos y números detalles en los que nunca falta una gran dosis de humor y ternura.
"Todo lo que sucede" tiene su germen en una estancia artística en el Centro Puertas de Castilla. ¿Nos explicáis cómo empieza todo esto, y también un poco más sobre el Centro?
El Centro Puertas de Castilla de Murcia tenía un programa de residencias artísticas en las que habíamos participado en 2014 junto a otros ilustradores de la ciudad. El CPC, que basa su programación en la cultura contemporánea y por cuyas salas de exposiciones han pasado artistas internacionales, trabaja, con su director al frente, por y para proyectos novedosos o de diferente proyección. Sabíamos que en el centro había un horno de cerámica que se usó en antiguos talleres, así que presentamos un proyecto basado en la creación de personajes y su traslado de la dos a las tres dimensiones. El proyecto lo llamamos “Muñeco de Barro”.
El proceso fue un juego y una experimentación. Al principio tratamos de llevar el imaginario de cada uno al volumen pero, según avanzábamos, todo se transformó en la creación de un mundo en común divido en cinco paisajes diferentes. Se hizo una gran exposición de más de 200 piezas en cerámica en el CPC, que se llamó “Todo lo que sucede entre el verde y el azul”.
¿Cómo fue el proceso y la experiencia de pasar de la ilustración a la cerámica, al objeto tridimensional?
Al principio, la experimentación y el contacto con el barro hizo que las piezas tuvieran una parte de improvisación muy fresca, pero a lo largo de los meses los bocetos fueron definiendo más las piezas. A medida que los paisajes que habíamos creado para ese mundo fueron tomando forma, los personajes ya nacían desde el papel y el lápiz para ser ubicados en cada uno, con unas características concretas, dándole vida al paisaje y creando un ecosistema particular. Ibamos aprendiendo y perfeccionando las técnicas cerámicas al mismo tiempo que creábamos los personajes. Utilizamos diferentes tipos de arcillas, porcelanas o diversidad de técnicas de esmaltado.
¿Qué significa para el proyecto el "volver" a las dos dimensiones en forma de libro, e implicar a Grassa Toro en el proyecto? ¿Qué nuevos retos supone el proceso?
El libro es la pieza que cierra el proyecto de residencia en el CPC y supuso muchas horas de trabajo, puesto que lo pensamos y diseñamos como un libro que estaba cerca del libro-objeto. Llamamos a Grassa Toro porque tiene una trayectoria de libros vinculados al diseño y la ilustración. Su trabajo junto a grandes creativos como Isidro Ferrer o Pep Carrió, a los que a su vez admiramos, lo avalan. Tuvimos que hacer sesiones de fotos como si fuera una producción teatral, que hicieron que fuera una forma especial de ilustrar el libro que diseñamos. Grassa Toro escribió el “Método rápido y visual de iniciación a lo maravilloso” con el título “Todo lo que sucede”, en referencia al título de la exposición. En este manual encontramos cuatro lecciones: La Realidad, la metamorfosis, la maravilla y la belleza, con sus temas, preguntas, ejercicios prácticos y lecturas recomendadas.
¿Qué es lo que habéis descubierto gracias a este proyecto y a todo este viaje?
Hemos podido confirmar que con pasión puedes llegar muy lejos en tu viaje. También que hemos descubierto grandes profesionales y mejores personas, que no han dudado en querer jugar con nosotros. Ha sido un proyecto de gran envergadura que hemos podido desarrollar de principio a fin. Estamos contentos y satisfechos con el proceso y el resultado.
Y por último: ¿Qué es lo que nos podemos esperar a partir de ahora en "Todo lo que sucede"?
“Todo lo que sucede”, que es libro que se publico desde el CPC en 2018, seguirá su viaje y esperamos que lo conozca más gente. La exposición “Todo lo que sucede entre el verde y el azul” cerrará su periplo en la Cala de Chodes que comanda Grassa Toro y donde está expuesta actualmente hasta finales de marzo. Para más información: www.lacala.es Casa de creación e investigación artística.
Ya hemos comenzado a vender las piezas de la exposición y estamos trabajando para sacar a la venta otra edición de nuestro “viajero”, el artoy en cerámica, imagen del proyecto “Muñeco de Barro”. Si queréis saber más, podéis visitar www.muñecodebarro.com
¡Gracias, María y Diego!
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